Nada más pisar suelo alemán pude comprobar que no iba a tener tiempo ni para leer el periódico. Los compañeros del GaK, Ralph+Eva+Janine, me tenían preparado un plan de actividades en destino que de media rondaba las 10 horas diarias.
Y todo ello rodeado de una nieve que convertía todo lo que veía en un manto blanco sin final. Parece algo obvio pero para un "costasoleño" ver-pisar-tocar la nieve es toda una experiencia religiosa.
Pude conocer de primera mano las instalaciones del Gak. Me hicieron un tour por el instituto que me permitió llegar hasta el último rincón de este espectacular centro educativo. Me ha impresionado mucho la calidad y cantidad de recursos materiales pero aún más la calidad humana de su comunidad educativa. Me hicieron sentir como en casa desde el minuto 1. Tanto es así que incluso asistí, junto al equipo directivo, a la reunión informativa para las familias del alumnado de 7º curso de cara a elegir los itinerarios formativos del año 8º.
También pude estar unas horas con el alumnado alemán participante en el proyecto: dos grupos de español del nivel 9. Les di en mano las banderas y los juegos educativos. Todo les encantó. Les vi entusiasmados con el proyecto. Fue como ir a repostar gasolina. Me he venido con el depósito lleno, lleno de ilusión.
Otra cosa a la que dedicamos mucho tiempo fue a visitar empresas del entorno. En el nivel 10, los alumnos alemanes hace prácticas de corta duración en puestos de trabajo de entidades del tejido productivo del área de influencia. Me llevaron a una empresa de seguridad para minas, a una consultora de marketing y un hotel de lujo en Saarbrücken (la capital del estado), una clínica deontológica, una empresa de productos cosméticos... Dejo foto solo de Saarbrücken para evitar posibles problemas de derechos de imagen con las organizaciones visitadas.
En estos viajes dentro de la región estado del Sarre vi la presencia de empresas multinacionales españolas y la fuerza del español al ser usado como nombre comercial en algunos negocios.
Volví exhausto pero más feliz que una perdiz. El proyecto tenía enjundia, la semilla iba germinando. Gracias Ralph, Eva y Janine. Gracias Gak. Bis bald!